Mycoplasma pneumoniae es una bacteria pequeña que carece de pared celular, lo que condiciona su polimorfismo y resistencia a betalactámicos. Su epidemiología se caracteriza por una baja endemia y una portación predominante en niños, quienes actúan como reservorios. Las epidemias ocurren con una periodicidad de cada 4 a 8 años y se transmiten a través de gotas infectadas durante el contacto cercano; aproximadamente el 20% de los portadores son asintomáticos. Esta bacteria es responsable de brotes en entornos como familias, escuelas, universidades y otros lugares cerrados. El periodo de incubación oscila entre 2 y 3 semanas. M. pneumoniae es el agente etiológico de infecciones respiratorias agudas (IRA) tanto altas como bajas, que incluyen faringitis, otitis, bronquitis, traqueobronquitis y neumonía atípica. La neumonía atípica es particularmente frecuente, con una mayor incidencia en niños (hasta un 40%) y en adultos menores de 45 años. Las manifestaciones clínicas suelen desarrollarse de manera gradual a lo largo de varios días, presentando tos seca paroxística y persistente, deterioro del estado general, cefalea, odinofagia y fiebre.