El complejo Burkholderia cepacia comprende 24 especies; estas bacterias son patógenos oportunistas, con una amplia distribución ambiental. En el extranjero este complejo ha sido reportado como uno de los más frecuentes contaminantes de productos farmacéuticos estériles y no estériles, especialmente los de contenido acuoso.
Las bacterias del complejo Burkholderia cepacia son bacilos Gram negativos, móviles por presencia de uno o más flagelos, no formadores de esporas, aerobios y no fermentadores de glucosa. Su tamaño varía de 1-5 µm de largo por 0,5-1 µm de ancho. Se caracterizan por tener un genoma de gran tamaño (6-9 Mb), lo que les facilita una alta capacidad de mutación y de adaptación a condiciones estresantes. Poseen resistencia intrínseca a múltiples antibióticos y antisépticos, y son capaces de sobrevivir en ambientes con escasos nutrientes.
Estas bacterias crecen en medios habituales y en medios selectivos/diferenciales (se recomiendan éstos cuando las muestras proceden de sitios no estériles como las muestras respiratorias de pacientes con fibrosis quística). Generalmente a las 24 hrs de incubación se pueden observar colonias, pero en algunos casos se puede necesitar 3 días antes de que éstas se vean. Las colonias son lisas, levemente solevantadas, a veces de aspecto mucoide. Todas las especies crecen bien a 30°C y 37°C. La mayoría no son pigmentadas, pero en medios con hierro (como agar TSI), muchas cepas producen un pigmento amarillo brillante. Producen un olor característico. A veces es posible apreciar en el cultivo, el desarrollo de variantes de colonias pequeñas.
Las colonias en agar Mac Conkey se ponen de rosa oscuro a rojo por la oxidación de la lactosa en incubaciones prolongadas (4 a 7 días). La mayoría de las especies del complejo Burkholderia cepacia oxidan sacarosa y/o adonitol y son lisina decarboxilasa positiva. La mayoría de las cepas son catalasa y oxidasa positiva, aunque en algunos casos la reacción de oxidasa es débil y en B. contaminans, B.lata y B. pyrrocyna es variable.
Los sistemas de identificación comerciales no son capaces de diferenciar entre especies del complejo, por lo que es recomendable efectuar pruebas bioquímicas adicionales para confirmar género o determinar la especie.
Se debe considerar que probablemente sólo se puede tener un grado aceptable de precisión en la detección de aquellas cepas más activas metabólicamente. Debido a que las especies del complejo Burkholderia cepacia son fenotípicamente muy similares, la diferenciación por pruebas bioquímicas suele ser poco específica, por lo que el uso de técnicas moleculares es de gran ayuda para la identificación y diferenciación de especies.
La espectrometría de masas MALDI-TOF muestra gran eficiencia en la identificación a nivel del complejo y de varias especies, a medida que las bases de datos incorporen más perfiles proteicos de otras especies del complejo Burkholderia cepacia su discriminación será mejor.
Recientemente el Ministerio de Salud ha emitido una alerta por sospecha de un brote por complejo Burkholderia cepacia (Circular C37 N°1 28 de enero 2022). El MINSAL, mediante el Programa Nacional de Control de IAAS y el Instituto de Salud Pública están realizando el estudio para definir la presencia de un brote y establecer las medidas que correspondan.
Los laboratorios de microbiología deben estar atentos ante el hallazgo de cepas del complejo Burkholderia cepacia, especialmente si son de muestras poco frecuentes (sangre, muestras respiratorias de pacientes no FQ, etc.), enviar las cepas al ISP para estudio de brote y localmente seguir las medidas indicadas en la circular mencionada previamente.
Comité Consultivo de Microbiología
Sociedad Chilena de Infectología