07 de enero 2022

Hasta ahora, la emergencia de cada nueva variante de preocupación, debido a las mutaciones asociadas, nos hace revisar la información disponible, y de ese modo, confirmar o modificar los procesos de diagnóstico asociados.

En particular, para Ómicron, el análisis de las mutaciones contenidas en el gen de la Espiga (Spike o S) no tiene impacto hasta ahora en los test moleculares toda vez que esa región no es la utilizada como blanco de los oligos/partidores para el proceso de amplificación/detección del virus. Además, ninguna de las mutaciones asociadas a los genes ORf1a/b, N o E conocidas a la fecha dan cuenta de resultados falsos negativos, producto de algún impedimento en detectar el genoma del virus. En resumen, los test de biología molecular siguen siendo la manera más robusta, reproducible y sensible para la detección y confirmación de la presencia del SARS CoV-2 para las variantes nativa (Wuhan), Alfa, Beta, Gama, Delta, Eta, Iota, Lambda, Mu y Ómicron.

Del mismo modo, revisada la evidencia asociada al uso de test rápido de antígeno (Ag) para SARS CoV-2, que funcionan en base a la detección de la nucleoproteína de virus, no se han visto afectados en su rendimiento y por tanto en su funcionamiento.

Aporte realizado por Dr. BQ. William Acevedo

Sociedad Chilena de Infectología